Hoy repasamos un poco de historia, recordando el vuelo que marco el comienzo de la aviación moderna.
Si bien fueron muchos los intentos, desde ese primer artefacto de madera construido por Arquitas de Tarento alrededor del año 400 a. C, llamado «Peristera» (en griego: Περιστέρα, «Paloma»), que tenía forma de ave y era capaz de volar a unos 180 metros de altura por sus propios medios. Fue solo hace a poco más de 110 años que Alberto Santos Dumont consiguió despegar, volar y aterrizar con su aeronave autopropulsada.
Este suceso que cambiaria la historia de la aeronáutica, se dio el 23 de octubre de 1906, cuando Alberto Santos Dumont consiguió realizar en París un vuelo autónomo de siete segundos a bordo de su aeroplano 14 bis. Recorrió, 60 metros a una altura de entre dos y tres metros.
Su gran logro fue despegar con la potencia de su motor sin ningún tipo de ayuda, volar controlando en todo momento la dirección y altura de la aeronave y aterrizar de una forma segura. Aquella gesta significaría el inicio de la aeronáutica moderna[1].
Si bien, algunos consideran a los hermanos Wright como los primeros en realizar esta hazaña, debido al despegue que ellos manifestaron haber realizado el 17 de diciembre de 1903. Sin embargo, Santos Dumont fue el primero en cumplir un circuito preestablecido, bajo la supervisión oficial de especialistas en la materia, periodistas y ciudadanos parisinos.[2]
Junto con sus experimentos y avances, Alberto Santos Dumont, consiguió establecer las bases técnicas que marcarían el rumbo del desarrollo de la aviación y a las siguientes generaciones de aeronautas.
Hasta
encontrarnos al día de hoy, con la más sofisticada tecnología en el mundo
aeronáutico.
[1] Ref. http://www.elmundo.es/ciencia/2016/10/21/580a348322601d2f7f8b4655.html
[2] Ref.https://es.wikipedia.org/wiki/Alberto_Santos_Dumont
Foto: http://jn.passieux.free.fr/