Los protagonistas del sector, a través de un artículo de Forbes Argentina nos cuentan cuáles son sus experiencias y desafíos, en este segundo semestre que estamos transitando. Cuyo foco esta puesto en el dólar, la inflación, las tasas y el acuerdo con el FMI.
Coincidimos, que si bien el año anterior se apostaba a la recuperación del sector de la construcción, las subas de las tasas y la inflación volvieron a poner un freno que preocupa a los protagonistas de la nota. Federico Gagliardo, CEO de Vitrium Capital, señala en el articulo “Las proyecciones de corto plazo se agravaron y se proyecta más inflación y recesión. No obstante, en el largo plazo, las reformas que se están haciendo son las correctas”[1]
Ante la situación actual los protagonistas están obligados a evaluar nuevas estrategias y replegarse sobre los productos más seguros: “Teníamos varios proyectos previstos atados al crédito que quedaron en stand by hasta que se estabilice la tasa. Nuestro foco ahora está en los premium, como el mega desarrollo residencial que lanzamos en Pilar”, confiesa Gonzalo Monarca[2].
Santiago Tarasido, CEO de CRIBA, observa que “los desarrolladores seguirán apuntando a clientes top y quitarán la atención sobre los proyectos destinados a la clase media que venían evaluando”.[3]
Haciendo referencia a los cambios de la primera mitad de año, Kiperszmid, que es VP de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), afirma en la misma nota “En especial, sufrió mucho el sector argentino que tiene mayor potencial: la construcción, que satisface las necesidades de vivienda de las familias e individuos de ingresos medios”[4]
Desde el sector inmobiliario Manuel Mel expone “Barrios como Belgrano, Caballito, Palermo, Barrio Norte, Recoleta y Villa Urquiza son zonas donde aumentaron los metros cuadrados a construirse, porque es muy grande la demanda en esas zonas y tienen un costo de construcción más amigable”[5]
En la nota se analiza como un terreno favorable el segmento de oficinas clase A, ya que “hay disponibilidad en las locaciones menos buscadas y falta oferta (o está en construcción) para la demanda más exigente” y la misma señala que las inmobiliarias coinciden: “Hay un ligero incremento de la vacancia en parte por la entrada simultánea de varios edificios nuevos que están parcialmente ocupados y también por la demora de algunos movimientos corporativos, que permanecen a la espera de señales más certeras del rumbo de la economía”, sostiene Karina Longo, responsable de Investigación de Mercado en C&W.[6]
Sintetizando el artículo “señala que toda la industria coincide en un desafío vinculado a encontrar la forma de aumentar los márgenes de rentabilidad de los inversores, para hacer que la construcción siga mostrando su atractivo”. “Este año, nuestro principal desafío fue el problema gremial en las obras, que siempre después de estas turbulencias afecta negativamente la ejecución de los trabajos, y su resolución dependerá del nuevo acuerdo de paritarias al que se arribe en el corto plazo”, espera el gerente de RAGHSA.[7]
Y como conclusión se remite a las palabras del arquitecto Damián Tabakman al asumir su cargo como flamante presidente de la CEDU, quien resumió su parecer sobre la situación macro así: “En el corto plazo, la coyuntura se nos impone y no es nada fácil. Compartimos el reclamo de toda la sociedad respecto de la necesidad de consolidar el control de la reciente corrida cambiaria, bajar la inflación y evitar la recesión, sin todo lo cual hacer emprendimientos inmobiliarios se vuelve virtualmente imposible”[8].
Como bróker de seguros, acompañamos y brindamos las soluciones que el sector de la construcción necesita para transitar y hacer frente a estos nuevos desafíos impuestos por los vaivenes económicos y las fluctuaciones del mercado.
[1] 1y siguientes. Citas de http://www.forbesargentina.com/segundo-semestre-en-construccion/
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